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Jueves 22 nov

La pandemia revive el debate exportador

En Colombia siempre ha habido debate sobre el modelo exportador por las poco sobresalientes cifras y un indicador duro: la relación entre exportaciones y población es muy baja con 620 dólares anuales por cada colombiano, contra 1.250 de Perú y Ecuador, 3.500 de México y Chile y 10.000 de Corea. En Estados Unidos es casi 5.000 dólares per cápita.

Y en su equivalente al producto interno bruto (PIB) es también baja la proporción: 16 por ciento, contra 24 por ciento de Perú; Chile, 28 por ciento; Costa Rica, 34 por ciento; México, 39 por ciento; Portugal, 43 por ciento, y Alemania 47 por ciento.

El debate se calienta. Hace unas semanas, el ex-ministro de Hacienda 1990-94, del gobierno de César Gaviria, Rudolf Hommes, se encargó de volverle a dar actualidad al tema, con la dosis de sarcasmo que siempre lo ha caracterizado.

Dijo: “Sin exportaciones ni pío. Si queremos que en 2021 crezca vigorosamente la economía, el gobierno y el sector privado tendrán que hacer un gran esfuerzo de generación de exportaciones. Vamos muy mal…”. Al finalizar 2020, las ventas al exterior cayeron 21 por ciento.

Otro exministro de Hacienda y ex-jefe de Planeación, José Antonio Ocampo, ha advertido sobre el proceso de desindustrialización, para lo cual sugiera una política de diversificación de exportaciones. Ha señalado que no se dio el desarrollo exportador que se esperaba de la apertura económica. En el año 2010, las exportaciones de bienes ascendieron a 39.800 millones de dólares, de los que 14.350 millones (36 por ciento) fueron distintas a combustibles; en 2014 pasaron a 54.800 millones, con 18.300 millones (33 por ciento) no mineras.

Luego, en 2018 se llegó a 41.900 millones, con 16.200 millones (45  por ciento) en no mineras. El año 2019 cayeron a 39.500 millones y las no mineras fueron 17.400 (44 por ciento). En 2020, en plena pandemia, siguieron bajando hasta 31.050 millones con 17.600 millones en las no tradicionales que reportaron un aumento de solo 1 por ciento.

Sin embargo, si se excluye oro y piedras preciosas, el descenso es de 6 por ciento. La caída es general y la relación entre tradicionales y nuevas se mantiene 56 a 44 por ciento, respectivamente.

Si bien las cifras totales concuerdan con lo dicho por Hommes, hay que tener en cuenta que la dramática caída de los precios del petróleo y del carbón y los menores volúmenes exportados del 2020, explican la mayor parte.

Ocampo advierte que las divisas de la bonanza petrolera 2010-2014 no se sembraron para crear una base productiva. Pero, ¿la culpa es de los recursos naturales?

Gracias a que en el año 2012 ingresaron al país 42.000 millones de dólares por exportaciones de petróleo, níquel y carbón, las importaciones de la industria ascendieron a 40.000 millones de dólares, pero no propiamente en tecnología y bienes de capital, sino la mayor parte en equipos de operación y bienes de consumo durable, favorecidas por una revaluación del peso en ese quinquenio.

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